Ambientalistas y vecinos acusan al Gobierno del Estado de pretender talar más de 500 árboles bajo el argumento de una supuesta rehabilitación. Autoridades niegan el derribo, pero el conflicto crece.
Un nuevo conflicto ambiental sacude a Tlaxcala
El Parque de la Juventud, uno de los pulmones verdes más importantes de la capital tlaxcalteca, se ha convertido en el centro de una fuerte controversia. Mientras el Gobierno del Estado asegura que no habrá tala de árboles, organizaciones civiles y habitantes denuncian que el proyecto “Ciudad de la Juventud” podría significar la desaparición de cientos de ejemplares que forman parte de la historia ecológica del lugar.
Durante los últimos días, ambientalistas, vecinos y colectivos ciudadanos realizaron marchas y protestas frente al Palacio de Gobierno para exigir que se detenga el presunto derribo de más de 500 árboles, denunciando que varios ya fueron marcados con pintura roja. “Es un ecocidio disfrazado de modernización”, expresaron manifestantes durante la movilización.
Autoridades aseguran que no habrá tala, pero el miedo crece
En respuesta, funcionarios estatales encabezados por Pedro Aquino Alvarado, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, realizaron un recorrido junto con ciudadanos y expertos de la Conafor para revisar el estado del arbolado.
El diagnóstico oficial señala que existen mil 134 árboles, de los cuales solo 19 presentan afectaciones por plagas. “El proyecto no contempla acciones de tala, sino de conservación”, afirmó Aquino.
Sin embargo, activistas y especialistas independientes desconfían. Exigen dictámenes técnicos externos y una consulta pública real para evitar que el proyecto avance sin transparencia.
La sombra del “Autotrén”: otro proyecto tachado de ecocidio
Este caso recuerda a la polémica generada hace algunos años, cuando la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros anunció la creación de un Autotrén, un sistema de transporte urbano sustentable que prometía mejorar la movilidad en la capital.
Pese a su aparente enfoque ecológico, el plan fue rechazado por ambientalistas, quienes lo calificaron como otro ecocidio en potencia, pues implicaba la alteración de zonas naturales y la posible afectación de árboles maduros.
Hoy, las críticas vuelven con fuerza: “Primero fue el Autotrén, ahora el Parque de la Juventud. Quieren desarrollo a costa de la naturaleza”, denuncian integrantes de la Red Violeta de Tlaxcala A.C., encabezada por la abogada Félix Pozos Palafox, quien ya presentó dos juicios de amparo ante el Juzgado Segundo de Distrito para frenar las obras.Vecinos temen perder el pulmón verde de la capital
Los manifestantes afirman que los árboles del parque generan oxígeno, sombra y equilibrio ambiental, por lo que consideran inadmisible su destrucción. Algunos incluso han colocado moños negros en los troncos como símbolo de duelo y protesta.
“Estos árboles son parte de nuestra historia y no deben caer por una obra que nadie pidió”, expresó una vecina de la colonia Adolfo López Mateos, quien aseguró haber recibido amenazas por participar en el movimiento.
Se abre mesa de diálogo, pero el conflicto continúa
Ante la presión social, la Secretaría de Gobierno logró instalar una mesa de diálogo con representantes del movimiento ciudadano. Autoridades estatales reiteraron su compromiso con la conservación del espacio y anunciaron que presentarán un plan de trabajo formal para la rehabilitación del parque.
No obstante, los colectivos exigen garantías de no tala y un proceso de transparencia total. La desconfianza persiste y la tensión crece mientras los árboles permanecen marcados.
Tlaxcala entre el progreso y la protesta: ¿modernización o ecocidio?
Lo que para el gobierno es un proyecto de renovación urbana, para la ciudadanía parece un nuevo atentado contra el medio ambiente.
El futuro del Parque de la Juventud se mantiene en incertidumbre, entre promesas de sustentabilidad y denuncias de devastación ecológica.
