Este sábado 6 de septiembre, el Zócalo de la Ciudad de México será escenario de una de las presentaciones más esperadas del año: el concierto de Residente. Antes de que el rapero puertorriqueño tome el micrófono, el talento femenino abrirá la noche, y entre esas voces destaca la de la tlaxcalteca Prania Esponda.
Originaria de Tlaxco, Esponda se ha consolidado como una de las raperas feministas más representativas del estado. Formará parte del colectivo Mujer en Cypher, compartiendo escenario con Arianna Puello, Ximbo, Niña Dioz, Azuky y Mena, en una propuesta de hip hop marcada por la sororidad, la resistencia y la fuerza de sus mensajes.
El camino de Prania hacia este escenario no ha sido fortuito. Desde hace cinco años ha hecho del rap un medio de denuncia y transformación social. Su primera presentación pública fue durante la marcha del 8M en 2020, experiencia que marcó el inicio de una trayectoria comprometida con visibilizar violencias y construir comunidad a través de la música.

Entre sus temas más reconocidos se encuentra “Mi amor, no es tu culpa”, una canción que denuncia la violencia digital. Además, ha colaborado en proyectos colectivos para evidenciar la violencia de género y exigir justicia frente a la indiferencia institucional.

Actualmente, trabaja en el disco “Nosotras también”, desarrollado junto con mujeres privadas de la libertad, y prepara un EP titulado “Había una vez una niña”, con canciones y videos animados pensados para la niñez, bajo la premisa de generar conciencia desde edades tempranas.
Su trayectoria ha sido reconocida en distintos espacios: en 2023 recibió el Premio Estatal de la Juventud de Tlaxcala en la categoría de Expresiones Artísticas y previamente destacó en el concurso de Canción Feminista de la UNAM. Su disco Desobedienta ya es considerado un referente dentro del rap feminista.
Que Prania abra un concierto en un escenario tan emblemático como el Zócalo capitalino no solo significa un logro personal, sino también un paso importante para el feminismo y el rap en México. La velada promete convertirse en un encuentro de música, reflexión y empoderamiento colectivo.
